Supervivencia global del cáncer de pulmón de células no pequeñas en el hospital del ISSSTE de Oaxaca y el centro de investigación OSMO en el periodo 2008-2015
Palabras clave:
Cáncer de pulmón de células no pequeñas, supervivencia globalResumen
El cáncer de pulmón es la primer causa de incidencia y mortalidad por malignidad a nivel mundial, en México es la primer causa en mortalidad y la segunda en incidencia en ambos sexos. El cáncer de pulmón de células no pequeñas, representa el 85% y el adenocarcinoma es el subtipo más frecuente. Dentro de los factores de riesgo el tabaquismo es el más significativo, otros factores son la exposición a humo de leña, radón, asbestos, metales como el cromo, arsénico y cadmio, comorbilidades como la tuberculosis pulmonar, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma; alteraciones genéticas entre las que destacan mutaciones en el gen p53, EGFR positivo (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y ALK positivo (cinasa de linfoma anaplásico). Desafortunadamente el cáncer de pulmón se diagnostica en etapas avanzadas y en un 70% de los casos presenta enfermedad metastásica al momento del diagnóstico. Actualmente, los avances radican en el tratamiento más que en el diagnóstico e incluye el estudio de las características moleculares del cáncer lo cual ha permitido el uso de terapias dirigidas como son los ITK (inhibidores de la tirocin cinasa): erlotinib y gefitinib y los antiangiogénicos: bevacizumab; que han demostrado un incremento en la supervivencia y una mejor calidad de vida. En este trabajo se presenta un análisis de supervivencia global a 54 pacientes con diagnóstico de cáncer de pulmón de células no pequeñas estadio IV del ISSSTE de Oaxaca y el centro de investigación OSMO (Oaxaca Site Management Organization); los objetivos fueron analizar las características de la enfermedad y la supervivencia global de los pacientes en base al subtipo histológico y a la terapia recibida y los principales hallazgos fueron que la variedad histológica más frecuente fue el adenocarcinoma y los índices más altos de supervivencia global se obtuvieron en los pacientes que recibieron terapia dirigida y que tenían mutación del EGFR.